Llevo años leyendo “casos de éxito” pulidos al milímetro. La realidad en el piso es menos glamorosa: casi todas las empresas sufrimos los mismos síntomas, pero preferimos no admitirlos. Por eso abrí este espacio: para decir lo que no te dicen y mirar el negocio desde el ángulo que incomoda.

No vengo a endulzar egos, reportes o procesos; vengo a contar lo que veo y mido en implementaciones reales: decisiones que llegan tarde, métricas bonitas sin trazabilidad, equipos agotados armando números en lugar de crear valor. Cada post arrancará con “Lo que no te dicen de…” para ir directo al punto, sin eufemismos.

¿Qué vas a encontrar aquí?

  • Verdades Incómodas: métricas de vanidad que tapan fugas, “versionitis” de Excel, KPIs sin auditoría, decisiones post-mortem, “procesos”……, incentivos cruzados, colaboradores “desbordados” preparando reportes, dependencia de “héroes”, cuellos de botella, cultura de “no le muevas”, conocimiento tribal, rotación por burnout, y el clásico “si lo dijo el dashboard o el jefe …” sin verificar la fuente.
  • Lo que te comparto para accionar ya: señales de alerta, checklists, pruebas rápidas y comparativos antes/después basados en proyectos reales.
  • Cómo lo resuelvo en la práctica: una sola fuente de verdad, reglas de calidad y trazabilidad, automatización del flujo (menos CSVs, más orquestación), procesos claros, reglas de negocio definidas, acceso en tiempo real y una capa conversacional para preguntar y obtener respuestas en el formato que usas (tablero, tabla, alerta o simulación).

Mi objetivo es simple: externar, sin filtros, lo que he vivido en años de consultoría e implementación.

Punto.

Escribo para abrirles los ojos a dueños y directores que, entre la operación y el fuego diario, a veces quedan desbordados por los hechos o confían demasiado en sus equipos sin exigir evidencia.

  • Confiar no es delegar a ciegas: es dar herramientas, pedir trazabilidad y decidir con datos y procesos verificables.
  • No vengo a “pegarle” a nadie y menos a los colaboradores: son clave, pero necesitan sistema, control y reglas de calidad con una sola fuente de verdad.
  • Mi intención: que leas, sin maquillaje, lo que ya les pasó a otros como tú: procesos que no escalan, colaboradores saturados o desalineados, reportes “bonitos” pero inconsistentes, decisiones apresuradas que costaron margen, proyectos que se atoraron y la frustración de ver que no avanza. Quiero que te reconozcas en esos patrones, evites repetir errores y tengas los antídotos prácticos: qué cambiaron, qué dejaron de medir, qué automatizaron y qué reglas de datos implementaron para retomar tracción.

Si algo de esto te resuena, detente: quizá no es anécdota, es patrón. Ese es el sentido de El Ángulo Incómodo: desenmascarar lo que pasa y ponerte un espejo. Úsalo como stress test: marca lo que reconoces; lo que duela, priorízalo. Después, si quieres, hablemos de cómo se podría arreglar